Fabricar en China: qué debemos saber

El mercado Asiático está en auge y China es uno de los países emergentes que mayor número de importaciones tiene actualmente frente a India o Corea. Sus costes y versatilidad en productos en comparación con la unión europea, hace que muchos empresarios se cuestionen la fabricación allí de sus productos. Todo ello, junto con la mentalidad de trabajo de estos países y su afán por crecer cada día más en el ámbito empresarial y de los negocios, hace que se convierta en una de las mejores elecciones para muchos empresarios.

 

Precios más baratos

 Las diferencias en las fábricas europeas y de China son abismales. Sus bajos salarios así como las subvenciones que proporciona el estado para que empresas extranjeras puedan hacer negocios en su país, permite que sea mucho más barato fabricar y producir. Esta mano de obra barata repercutirá en el precio final de nuestro producto, abaratando los costes y su proceso de producción y distribución final.

 

Tiempo de fabricación, envío y desplazamiento

 Algo importante en la planificación para la producción en China que debemos tener en cuenta son los pedidos mínimos y los tiempos.

Los costes de los lotes suelen ser mucho más baratos, debido a los lotes mínimos de producción que imponen como requisito muchos fabricantes Chinos. Sin embargo, tenemos la ventaja de la versatilidad de fabricantes en productos similares a lo largo del país, lo que permite al empresario multitud de opciones a valorar.

Otro punto relevante en la planificación de nuestra producción son los tiempos. No solo tenemos que tener en cuenta los tiempos de fabricación sino los de distribución. Opciones en avión pueden ser mucho más rápidas aunque no tan baratas, por lo que muchos optan por el transporte en barco, cuya distribución puede tardar entre 21- 35 días en llegar a su destino.

Además, algo importante son las vacaciones y festividades del país fabricante. Es habitual el cierre de fábricas en festividades como el año Chino, por lo que una planificación erronéa puede hacer que nuestros pedidos lleguen a demorarse hasta 2 meses.

 

Diferentes culturas, retraso del proceso

 El no poder hacer negocios directamente con los fabricantes debido a la distancia tan grande entre países puede hacer que el acuerdo para cerrar un pedido se alargue más de lo estimado. La diferencia horaria, así como no poder visitar las plantas de fabricación crean desconfianza por parte del inversor, lo que hace que los procesos y tomas de decisiones sean aún más lentos.

 

Normas y estándares de calidad

 Algunos de los inconvenientes con los que se enfrentan los empresarios que deciden fabricar en el país asiático son las normas, regulaciones y estándares de calidad.

La gran desventaja de fabricar en un país donde un producto no se va a comercializar son sus estándares de fabricación. En este caso, podremos obtener productos 100% aptos y que cumplan la normativa China, pero que no cumplan con los requisitos europeos. Esto frena a muchos vendedores de cosmética o productos alimenticios, cuyas regulaciones son cada vez más estrictas dentro de la unión europea.

China

Raquel Marcos Esteban

Nicola Picasso, padre y marido enamorado es un apasionado del deporte, especialmente del trail running. Atleta X-Bionic, Tailwind Trailblazer y Bamboolabs Ambassador, ha hecho de su afición por correr toda una aventura que trasciende las redes sociales.