¿QUEDAN CONSERJES EN BARCELONA?

¿Recordáis cuando era habitual la figura de los conserjes en Barcelona? Sobretodo en los grandes edificios del Eixample, esas grandes comunidades de vecinos. Durante años, la figura del conserje o el portero ha sido unos de los pilares de esas comunidades de vecinos. Efectuaban todas las tareas necesarias para su funcionamiento. Nosotros nos preguntamos, ¿quedan aún conserjes en Barcelona? Para ello hemos hablado con nuestros amigos de Sentry Serveis, una de las principales empresas que proporciona el servicio de conserje y recepcionista en Barcelona. Y nos cuentan que sí que existen. Aún quedan conserjes en Barcelona, pero la figura ha cambiado bastante a lo largo de los años.

Evolución histórica de los conserjes en Barcelona

En sus inicios, los porteros cumplían simplemente funciones de seguridad. Ése era el carácter de agentes de la autoridad que les confería el Real Decreto que obligaba, a principios del siglo XX, a las viviendas de vecindad de Madrid y Barcelona, a disponer de un portero encargado de la vigilancia y de impedir la comisión de delitos dentro de las fincas.

Tuvo que transcurrir casi un cuarto de siglo, durante la II República, para que se reconociera el carácter laboral de la relación entre los porteros y sus empleadores. Pasando así a formar parte del servicio doméstico de los mismos.

Vale la pena destacar que, mucho antes, durante el siglo XIX, ya era habitual que los porteros disfrutaran de una vivienda en mínimas condiciones en el mismo edificio. Habitualmente en un semisótano o en un ático sin ascensor. Y cumplían servicio las 24 horas diarias los 365 días al año.

Ya en los albores del siglo XX se va reduciendo paulatinamente la jornada laboral y se generaliza el papel de los conserjes en detrimento de las porteras.

Regulación laboral del conserje en Barcelona

Fue a partir de la década de los 60′, con el boom de la construcción de edificios colectivos propiciada por el desarrollo económico, que esta actividad sufrió una nueva evolución en cuanto a sus funciones, su reconocimiento y su remuneración. Los conserjes en Barcelona, como en el resto del país, empezaron a consolidarse como una auténtica profesión.

A principios del año 1971 se firma la Ordenanza Nacional de Trabajo para Empleados de Fincas Urbanas, derogando las Reglamentaciones de trabajo de ámbito provincial vigentes desde los años cuarenta, armonizando la normativa a nivel nacional, e impulsando la nueva denominación de estos trabajadores. Se evita así llamarlos porteros, concepto que con el tiempo se había transformado en sinónimo de criado o trabajador de ínfimo nivel. Así mismo se regulan las vacaciones, con una duración de veinticinco días anuales, y las pagas extraordinarias (inicialmente de quince días), estableciéndose la remuneración en función de los servicios de la finca.

Tres años después, en 1974, se publica una nueva Ordenanza de Empleados de Fincas Urbanas , que se mantiene en vigor durante algo más de veinticinco años, y que supuso una notable mejoría en las condiciones laborales de este colectivo. En ella se mantiene la remuneración por servicios, y se hace la distinción entre porteros (que viven en el edificio) y conserjes (que no viven en él). Los porteros podían ser con plena dedicación o sin ella, aumentándose las vacaciones a treinta días, y la cuantía de las pagas extraordinarias a veinte días de salario.

Recordando los conserjes en Barcelona

Estos son los viejos porteros y conserjes en Barcelona que seguro que todos recordamos aún. Pero lo cierto es que se trata de una figura que aún perdura. La verdad es que al figura del portero/a sí que prácticamente ha desaparcido. La figura del cuidador de la finca que aún habita en el edificio está relegada a la extinción. Pero la del conserje ah evolucionado nuevamente a través de las empresas de servicio. Empresas que ofrecen personal formado y cualificado. Como Sentry Serveis, una empresa especializada en recepcionistas y conserjes en Barcelona.