TUERCAS CILÍNDRICAS: QUÉ SON

tuercas cilíndricas

Las tuercas cilíndricas son bloques de metal perforados y roscados internamente que normalmente se utilizan junto con pernos y tornillos con el fin de asegurar distintos elementos. Son utilizadas como complemento de las uniones en caso de ser necesario. Sus formas exteriores pueden ser variadas y en su centro se encuentra el agujero donde se ha practicado la rosca y que será donde se introduce el tornillo. Un ensamble efectivo implica que tuerca y tornillo pertenezcan al mismo sistema de rosca y que tienen el mismo paso.

Todas las tuercas cilíndricas suelen contar con vértices achaflanados y un avellanado en la rosca que facilita su roscado y su desenroscado. Su forma está acomodada a las exigencias que deban observarse en la unión de las piezas; siendo pues su función la de adaptarse a la herramienta que va a ejercer el par de apriete necesario.

Además, las tuercas cilíndricas pueden incorporar marcas que indican su resistencia, mediante un número o un símbolo tal y como sucede en los tornillos.

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Tipos de tuercas cilíndricas

Atendiendo a la función de su forma exterior, éstas con los tipos de tuercas más habituales:

Tuerca hexagonal

Es las más empleada en sistemas de fijación, siendo su forma exterior análoga a la del tornillo hexagonal. Se construyen principalmente en acero cincado, inoxidable y latón. A la hora de referirnos a su altura hemos de saber que ésta se hace en función del diámetro nominal de la rosca. Básicamente las vamos a encontrar clasificadas en normales y rebajadas (utilizadas principalmente para contratuerca en montajes de seguridad).

Tuercas hexagonales con brida

En estas, la parte que hace contacto con la superficie de la pieza incorpora una forma solidaria que hace las funciones de arandela (plana o estriada).

Tuercas hexagonales ciegas

Presentan rematas en forma de cúpula o tapón ciego normal. Su uso está generalizado en cuando vayan a ser vistas y se deseen que presenten un buen acabado. Este modelo protege la rosca del tornillo pero que hay que tener especial precaución de utilizar una longitud de rosca acorde con la tuerca.

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Tuercas almenadas

Caso de precisarse una unión segura se puede optar por utilizar una tuerca hexagonal almenada. Ésta precisará de un pasador de aleta para hacer solidario su anclaje al tornillo, impidiendo el montaje que las vibraciones o golpes puedan afectarle.

Tuercas cuadradas

En especial su uso está muy extendido en carpintería o en aquellos montajes donde se haya realizado una cajonera para encastrar a la tuerca. Así en el montaje se ajustará en su alojamiento permaneciendo en su sitio durante todo el apriete (resistencia a los giros sin necesidad de llave).

Tuercas redondeadas

Éstas son las conocidas como tuercas cilíndricas como tal. Su uso está más limitado a circunstancias donde puedan servir como contratuercas, o incluso para fijación de rodamientos a ejes (como puede suceder en los ejes de cilindrar y de roscar de los tornos universales). Dada su forma característica exterior precisarán de llaves específicas para su apriete o afloje: llaves de gancho o pitón (con agujeros o ranuras, laterales o frontales), y ranuradas.

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Tuercas autoblocantes

Pertenecen a ese grupo de tuercas utilizadas como sistemas de seguridad en los tornillos (sin necesidad de arandela). En ellas la fijación se logra por un anillo de nylon relleno de vidrio. Tras ajustarlas no se aflojan o sueltan por las vibraciones. Su ventaja es que se trata de tuercas reutilizables sin dañar el anillo de nylon las roscas de los tornillos donde se sujetan. Además, son resistentes al agua y al aceite (incluso a bajas o altas temperaturas).

Soñadora e idealista pero con los pies en el suelo y con una visión muy clara de la realidad. Quizás sea toda una paradoja en sí misma que traduce en una insana curiosidad por todo lo que la rodea.