RAZONES PARA OPTAR POR UN BARCO DE FIBRA
Un barco de fibra no goza del mismo atractivo que un velero construido con otros materiales como el acero, el aluminio o, sobre todo, la madera. La fibra es un material frío e insulso y no es lo mismo la pintura del casco de un barco de fibra que pasar la mano por un hermoso tablón de caoba mientras piensas qué barniz vas a aplicar.
De todas formas, lo cierto es que es un material magnífico para la construcción de embarcaciones y gracias a él se ha popularizado al náutica.
El barco de fibra: historia
Para ser estrictamente rigurosos, a la fibra de vidrio deberíamos llamarle poliéster reforzado con fibra de vidrio o PRFV, En definitiva, plástico.
La fibra de vidrio o PRFV comenzó a utilizarse en la industria náutica a finales de la década de los 40′ del pasado siglo. Como el concepto “plástico”, como ahora, estaba asociado ala idea de barato y de mala calidad, los constructores prefirieron cambiarlo por el concepto “barco de fibra de vidrio”, que le daba un aire más interesante. De la misma manera, en lugar de hablar de pegamentos, comenzaron a hablar de resinas epoxi o de poliester.
De todas maneras, a pesar de su “mala fama” hay unos cuantos buenos motivos para optar por este material:
Cantidad y oferta
Desde mediados del siglo XX, la fibra de vidrio ha sido el material más utilizado en la construcción de veleros. Por lo tanto, si están pensando en comprar un barco, sólo tendrás todas la opciones de conseguir el que realmente te convenga si de decides por un barco de fibra.
Reputación y criterio
La fibra de vidrio permitió la fabricación en serie de los barcos, reduciendo el coste por unidad y popularizando la navegación recreativa. Como consecuencia de ello, de algunos modelos existen docenas, incluso cientos de unidades, haciendo que sean muy conocidos entre los aficionados. Y, por lo tanto, dotándolos de una cierta reputación (buena o mala) que nos puede ayudar para decidirnos en nuestra compra.
La sencillez de la fibra
Valorar el nivel de corrosión de un barco de acero o la solidez de un velero de madera requiere de unos conocimientos importantes y específicos. En cambio, determinar el buen estado de un barco de fibra tan solo exige capacidad de observación.
Un fácil mantenimiento
Con la información pertinente, cierta habilidad manual y las ganas y el tiempo suficiente, el dueño de un barco de fibra de vidrio puede realizar él mismo por su cuenta multitud de reparaciones. Algo bastante más complicado con embarcaciones de otros materiales que exigen pasar por un varadero de barcos.
Mayor longevidad
Aunque no son indestructibles, por supuesto, un barco de fibra resiste mucho mejor el abandono que cualquiera de metal o madera. Los elementos de madera son menos duraderos, los elementos metálicos siempre están sometidos a la amenaza de la corrosión y los tejidos de pueden rasgar o enmohecer.
Si queréis saber más sobre el cuidado de los barcos de fibra, no dudéis en poneros en contacto con V de Bravado, el mejor varadero de barcos de Barcelona, especialistas en pinturas de barcos en el mar.
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